Hoy Sábado recibimos una invitación al día de campo de la comparsa "Los Barreños", en despedida al Carnaval y preparando el Entierro del diablo. Al mediodía partimos para el campo ubicado a 2 kilómetros de la entrada de Tilcara.
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El asado comunitario |
Voy con las tres chicas de La Caldera, con otros tres chicos de Buenos Aires que acamparon con nosotros anoche y que conocía de haberlos visto en Amaicha y Tafí del Valle y con Keca, la dueña del almacén cercano al baldío donde dormimos, que nos invitó al asado. Llegamos con un sol muy fuerte y un terreno embarrado, intransitable en algunas partes. Tomamos unas cervezas y un vino de cartón que Keca había traído de su propio almacén y escogemos uno de los pocos lugares con sombra, el tronco de un árbol semi caído. Hay una gran parrilla repleta de asado y van llegando unas 100 personas a almorzar. Al momento de la repartición se arma una fila de más de una cuadra de largo por lo que un par de nosotros se acerca a la cola mientras los demás esperan a la sombra del árbol. Entonces veo que al grupo del árbol se sumó una chica de vestido azul con pintitas blancas. De a ratos baila, juega y se tira al pasto. Noto que le falta un zapato y que tiene barro hasta las rodillas. Mientras esperamos en la fila busco mi cajón peruano ya que hay un charango y una flauta intentando apaciguar los estómagos con su música y tocamos un poco de música, la chica de vestido se acerca y baila a nuestro ritmo.
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Los verdaderos Barreños |
Una vez recibida mi porción vuelvo al árbol a comer. Le ofrezco mi plato a la bailarina que luego averiguaré se llama Vicky, ella lo rechaza. A medida que como, Vicky va acercando su mano y agarrando pequeñas porciones de comida, parecido a un niño o a un animal asustado. Al rato se queja de que ha perdido su zapato en el barro, lo cuál resultará entendible ya que en algunas zonas del campo uno puede hundirse hasta el tobillo y aún más. Me ofrezco a buscarlo con ella y terminamos en medio de un barral de tal magnitud que me saco los borcegos y sigo la búsqueda descalzo (por consejo de Vicky). En medio de la búsqueda me cae una bola de barro a lo que respondo de igual forma. Pronto olvidamos el zapato y comenzamos a tirarnos barro de pies a cabeza. Vicky intenta hacerme caer tirándose encima mío cuando me agacho para seguir buscando, la levanto y cae de espaldas en el barro. Estamos tan concentrados en nuestro juego que habíamos olvidado dónde nos encontrábamos hasta que una lluvia de risas nos llega de todas partes, es que el barral se encuentra justo en el medio del campo. Los comensales ríen a carcajadas a cada nueva caída o bola de barro que lanzamos. La tarde continuará con baile y música en vivo del grupo Los Barreños y el locutor nos invitará a bailar a mi y a mi pareja llamándonos "Los verdaderos barreños". Despues de derpedirme de mi compañera de baile regreso a Tilcara antes de que el sol desaparezca y el barro se enfríe más de lo deseado. Una ducha rápida en el camping me devuelve la humanidad y me acuesto exhausto.
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Ritual de entierro del diablo |
"En su baile la historia del mundo
En sus ojos la alegría y la pena,
de vivir, de morir y del intermedio
Su realidad es el instante,
la forma de esa nube,
el sabor del barro en la boca,
el Sol. "
Poema escrito en Tilcara.
"Estuve preso un 9 de Julio en Rosario. Y el cielo estaba azul azul." Frase de un mendigo en la plaza de Tilcara.
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