Si la letra está torcida es porque estoy en el colectivo*. Me fui de Tanti el Jueves 26 después de unos días soleados y un último día de lluvia y llegué a San Marcos Sierra de casualidad. Me subí al transporte con destino a Capilla del Monte. Durante el trayecto compartí unos mates con un cordobés que viajaba con su guitarra quién, al enterarse de mi destino, me instó a ir directo a San Marcos, -"Si no te gusta, te volvés a Capilla ¡Pero te va a gustar!"-. Fue tan efusivo que me convenció.
El micro pasó por la plaza de San Marcos a eso de las 10 pm y el lugar era una fiesta. Estaba lleno de gente tocando instrumentos, haciendo malabares, jugando al fútbol, o simplemente conversando en el pasto.
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| Música en la plaza de San Marcos |
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| Aprendiendo el punto flecha de macramé |
Los últimos 4 días en la plaza principal aprendí a hacer mis primeras pulseras de macramé, toqué el cajón peruano (me traje uno pequeño, perfecto para viajar) con músico que encontraba y compartí pan y fiambres con mis nuevos amigos artesanos. Entre ellos conocí a "El Gringuito" también llamado "El Ruso" un chico rubio de 17 años que, según me contó, hacía dos años que andaba viajando de un lado a otro. Dormía en la plaza o en los bancos de piedra que había afuera de la iglesia bajo su frazada, comía lo que los negocios locales le regalaban y tomaba el vino que compraba vendiendo pulseras. Me contó que se había hartado de armar y desarmar la carpa y por eso dormía en la plaza, y que seguía a La Renga y a otras bandas por todo el país. Había otros dos rockeros en el grupo, los que me enseñaron a hacer las pulseras y una pareja muy unida, ella de 4 meses de embarazo. El grupo se reunía a la mañana para matear en la plaza, algunos habían dormido ahí, otros, como yo, caían con mate y agua caliente para desayunar. Entre todos conseguíamos pan y alguna fruta ocasional.
En San Marcos conocí grandes personajes, ni buenos ni malos. Grandes.
Voy camino a Tucumán, tuve que bajar hasta Córdoba Capital porque la otra ruta está cerrada por el agua que anegó gran parte del norte de Córdoba. Veremos qué pasa.
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"Cómo duelen las despedidas hermano. Cuando compartís tanto con alguien, esa persona se vuelve parte de vos, y se lleva algo tuyo cuando se va. Sólo queda este vacío, loco.
Igual ya nos cruzaremos en los recitales, porque el rock es así, lo seguís hasta la muerte.
Y el mate que ya no llena, ahora cambio el envase de birra que encontré y me doy un gustaso, al pan que me regalaron le meto un alto fiambre."
Escrito a partir de una conversación con "El Gringo"
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(*) A lo largo del viaje fui escribiendo una especie de diario con mis impresiones y experiencias, el cuál ahora me ayuda a escribir este Blog. A veces (como en este caso) voy a transcribir literalmente las notas, otras voy a agregar u omitir detalles.
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