Río San Cristóbal |
El martes 31 de Marzo volvimos nuevamente a Coroico y acampamos en una plaza junto al grupo de franceses y argentinos que conocí en Tilcara y que nos volvimos a cruzar allí.
El miércoles nos encaminanos a La Paz para tomar una combi hacia Sorata, un pueblito a ubicado a tres horas de viaje al norte de La Paz y al este del Lago Titikaka. Es un lugar hermoso y muy tranquilo, rodeado de bosques de eucaliptos y bordeado por el río San Cristóbal. Otra de las atracciones del lugar es la gruta San Pedro, una cueva de unos 400 metros de profundidad que tiene su propio lago interior. Anteriormente estaba poblada de peces ciegos y murciélagos de varias especies, pero con la instalación de luces eléctricas y el gran número de turistas que se acercan los fines de semana, ambos habitantes han desaparecido casi por completo.
Vista desde Sorata |
Caminata de 6 km hacia la Gruta San Pedro |
En el Río San Cristóbal |
Historias
"El río a lo lejos me habla de sus aguas,
de las piedras que transporta, de sus incontables ramas
El río allá abajo relata sus historias,
de amantes enlazados, de suicidas y de ahogados
El agua turbulenta cuenta sus memorias,
de lluvias, de cascadas y glaciar en las montañas."
Poema escrito en Sorata, a orillas del río San Cristóbal.
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Descripción laboral
Estos gringos no entienden nada, cada vez que alguno se entera de mi trabajo me miran con los ojos blancos, como si vieran a un fantasma o algo así.
No saben de nuestro pueblo, de nuestras tradiciones.
Si, es cierto que antes se usaban fetos de llama para los cimientos de las casas, pero esas eran otras épocas, con los rascacielos y los puentes colgantes todo cambia. Qué va a protegernos una sola llamita los 30 pisos de acero y cemento. No, con un cadáver de llama no alcanza. Los mismos obreros se niegan a trabajar si no cumplo con mi parte, es de mala suerte.
De todos modos quién los va a extrañar. Son los olvidados, los pasados de largo, la escoria de toda ciudad. Y encima los tratamos bien, les damos la cena que ellos quieran y los llenamos del trago de su elección, pasan la mejor noche de sus vidas, no se pueden quejar.
Mi trabajo no es nada complicado, una vez que se maman y duermen ya está casi terminado. Es cuestión de llevarlos a los cimientos del edificio por construir y listo. El cemento ya está preparado de antemano. Con un movimiento de palanca se los ve desaparecer bajo la ola gris. Casi ninguno pelea mucho, uno o dos movimientos y luego la lisa calma que estará sólida para cuando amanezca. Otro edificio protegido y todos contentos.
Mi trabajo no es nada complicado, una vez que se maman y duermen ya está casi terminado. Es cuestión de llevarlos a los cimientos del edificio por construir y listo. El cemento ya está preparado de antemano. Con un movimiento de palanca se los ve desaparecer bajo la ola gris. Casi ninguno pelea mucho, uno o dos movimientos y luego la lisa calma que estará sólida para cuando amanezca. Otro edificio protegido y todos contentos.
Cuento basado en el secreto a voces de las construcciones de Bolivia.
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