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| Camino a Iruya |
Después de pasar dos días más en Tilcara compartiendo momentos, música y risas con distintas personas, decido partir. Me gusta mucho el lugar pero no quiero estancarme. Facu y Euge también parten para Humahuaca y dormimos en el mismo camping la noche del 10 en la que junto con otros mochileros hacemos un pollo al disco que sale exquisito. Al día siguiente emprendemos el viaje a Iruya, ciudad que se encuentra apoyada en la ladera de una montaña a 2800 metros sobre el nivel del mar. Hace dos noches que estamos ahí. Decidimos traer una sola carpa para disminuir el peso por lo que dormimos en la de Facundo que es la más grande.
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| Río que atraviesa el pueblo |
Para no gastar en camping acampamos en unas ruinas, que alguna vez fueron una casa, a orillas del río que atraviesa y divide a la ciudad en dos. De noche hace mucho frío por lo que estoy algo resfriado pero nada de qué preocuparse. Hoy volveré a Humahuaca a buscar mi mochila y de ahí partiré a la Quiaca para el cruce a Bolivia. Me despido de Facu y Euge seguro de que nos volveremos a encontrar.
"Un sabio bordea un río y encuentra en sus aguas una piedra de gran poder en su interior. Luego de varias décadas encuentra las palabras para abrirla. Al hacerlo ve como todo a su alrededor se desintegra y la energía de los entes destruidos fluye hacia él ininterrumpida. En un instante se encuentra sólo en el espacio que antes ocupaba su planeta. Arrepentido por el mal que ha causado utiliza la energía obtenida para crear un nuevo mundo, pasan los siglos y los milenios y sigue en su ardua labor. A cada creación pierde una parte proporcional de esa energía. Finalmente llega la era del hombre. La alquimia humana ha sido tan ardua que el sabio entrega su humanidad para completarla. Ahora es una piedra oculta en el lecho de un río".
Cuento basado en una historia que armamos con
Facu, Euge y varios niños en la plaza de Iruya.
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